Un nuevo concepto de empresa: el régimen jurídico de la Start-Up y sus formas de financiación

Abstract

RESUMEN: La idea de la innovación y de la creatividad aplicada a la economía, se convierte en la base de las empresas Start-Up. Innovar no es únicamente crear dispositivos electrónicos, informáticos o científicos, es mucho más. Aplicar este concepto al emprendimiento se traduce en la creación o modificación de un producto, servicio, o modelo económico para, así, poder ser eficaz en un mercado dinámico, complejo, y cada vez más exigente. Solow, premio Nobel de Economía en 1987, descubrió que los países podían crecer de dos formas: o través de la movilización de los factores (trabajo, recursos naturales...), o a través de la mejora de los métodos productivos (aumentando la productividad, innovando en la economía o mejorando la tecnología). España es una nación rica, el problema se nos presenta en el cómo gestionamos esta riqueza. Una sociedad no tiene que innovar en el sentido científico-técnico para mejorar su productividad. Los mecanismos de crecimiento deben estar basados en una buena organización empresarial; en la creación de nuevos productos que exijan un poco de desarrollo (D); y nada de investigación (I); el aumento de la diversificación empresarial y el posicionamiento internacional a través de nuestras relaciones exteriores; y en un mayor gasto presupuestario en educación, así como, en I+D (Innovación y desarrollo). De esta forma, España conseguirá ser una sociedad más empresarial y con un consumidor más educado. Para llegar a un futuro sostenible debemos ser conscientes de lo que sucede a nuestro alrededor.1 Este estudio intentará mostrar a través de un breve recorrido teórico, el nuevo tipo de empresa que está cambiando el panorama económico internacional; hablamos de la Start-Up y de su nuevo modelo de negocio: el Lean Start-Up.