La epilepsia es una enfermedad severa que impone una pesada carga social y económica a más de 65 millones de personas en el mundo. A pesar del conocimiento de esta enfermedad desde la Antigüedad, los mecanismos moleculares implicados en la epileptogénesis no están del todo dilucidados, y el desarrollo de fármacos contra sus manifestaciones es relativamente reciente. El diagnóstico precoz y certero es esencial para afinar en el tratamiento de esta patología. La farmacoterapia antiepiléptica ha demostrado su efectividad en el control de las manifestaciones de la enfermedad, y la mayoría de los pacientes quedan libres de crisis tras uno o dos intentos de monoterapia. Gracias al desarrollo de nuevos antiepilépticos, actualmente se dispone de múltiples opciones farmacológicas para tratar una epilepsia, y es tarea del clínico acertar con la más adecuada. Para ello, además considerar de la eficacia y tolerabilidad del fármaco, es necesario valorar aspectos relacionados con el paciente (tipo de crisis, polimedicación, pluripatología, edad y género, entorno socio-económico, refractariedad al tratamiento), de manera que redunde en una mejora de la salud del paciente.
ABSTRACT: Epilepsy is a severe disease that imposes a heavy social and economic burden to more than 65 million people worldwide. Despite knowledge of this disease since antiquity, the molecular mechanisms involved in epileptogenesis are not fully elucidated, and drug development against its manifestations is relatively recent. Early and accurate diagnosis is essential to improve the treatment of this disease. Antiepileptic drug therapy has proven effective in controlling the manifestations of the disease, and most patients are seizure-free after one or two attempts at monotherapy. Thanks to the development of new antiepileptic drugs, there are multiple drug options to treat epilepsy, and is the mission the physician to select the best alternative. For this, besides consider the effectiveness and tolerability of the drug, it is also necessary to evaluate aspects related to the patient (type of crisis, polypharmacy, comorbidity, age and gender, socio-economic environment, refractory to treatment), so that it results in an improvement of patient health.
