El transporte de mercancías dentro de Europa se enfrenta a numerosos desafíos, como la congestión de las carreteras, las elevadas emisiones de CO₂ que representan el 28,4% del total de emisiones en España, los accidentes y el aumento de los gastos operativos. En este artículo se analiza el transporte marítimo de corta distancia (SSS), que se refiere al transporte marítimo entre puertos europeos sin cruces intercontinentales, como una alternativa sostenible al transporte tradicional por carretera. La modalidad SSS es capaz de reducir las emisiones hasta en un 77,5% por ejemplo, la ruta Barcelona-Génova, alivia la presión sobre la infraestructura terrestre y ofrece precios competitivos en distancias medias y largas, gracias a las economías de escala. La Unión Europea aboga activamente por el SSS a través de varias políticas, entre ellas el Pacto Verde Europeo (cuyo objetivo es reducir en un 90% las emisiones del transporte para el año 2050), las Autopistas del Mar, que facilitan la eficiencia de los corredores marítimos, y el apoyo financiero del Mecanismo Conectar Europa (CEF). Sin embargo, la implementación del SSS se ve obstaculizada por desafíos logísticos (específicamente las ineficiencias asociadas con la primera y la última milla), los obstáculos económicos como las tarifas portuarias y los administrativos, incluida la ausencia de armonización regulatoria. Un estudio de caso detallado centrado en la ruta Barcelona-Génova demuestra que el SSS puede presentar ventajas de costes del 10 al 15% en comparación con el transporte por carretera cuando se trata de volúmenes sustanciales, con costes asociados que se aproximan a los 42€ por tonelada, frente a los 45€ por tonelada del transporte por carretera. Es aconsejable asignar recursos a mejorar la infraestructura portuaria, digitalizar los procesos operativos e internalizar los costes externos del transporte por carretera a fin de reforzar la posición del SSS
Freight transport within Europe faces numerous challenges, such as road congestion, high CO₂ emissions (which account for 28.4% of total emissions in Spain), accidents, and rising operating costs. This article analyzes short sea shipping (SSS), which refers to maritime transport between European ports without intercontinental crossings, as a sustainable alternative to traditional road transport. SSS is capable of reducing emissions by up to 77.5%, for example, on the Barcelona-Genoa route, relieves pressure on land-based infrastructure, and offers competitive prices over medium and long distances, thanks to economies of scale. The European Union actively advocates for SSS through several policies, including the European Green Deal (which aims to reduce transport emissions by 90% by 2050), Motorways of the Sea, which facilitate the efficiency of maritime corridors, and financial support from the Connecting Europe Facility (CEF). However, SSS implementation is hampered by logistical challenges (specifically, inefficiencies associated with the first and last mile), economic obstacles such as port fees, and administrative hurdles, including a lack of regulatory harmonization. A detailed case study focusing on the Barcelona-Genoa route demonstrates that SSS can offer cost advantages of 10 to 15% compared to road transport for substantial volumes, with associated costs approaching €42 per tonne, compared to €45 per tonne for road transport. It is advisable to allocate resources to improving port infrastructure, digitalizing operational processes, and internalizing the external costs of road transport in order to strengthen the position of SSS
