Nuevos abordajes para el tratamiento de las cardiopatías

Abstract

Pese a los progresos en el manejo y supervivencia de los pacientes afectos de enfermedades cardiovasculares, estas siguen constituyendo la principal causa de mortalidad a nivel global. Esta revisión expone cuatro abordajes terapéuticos emergentes en el ámbito de la cardiología: la terapia génica, la terapia celular, la nanomedicina y la inteligencia artificial, todos ellos con potencial aplicación en patologías como la insuficiencia cardiaca, la cardiopatía isquémica o las enfermedades genéticas del corazón. La enorme bibliografía existente al respecto respalda la importante labor de investigación realizada por los distintos grupos científicos. Esta contribución ha permitido redefinir el diagnóstico y tratamiento de las afecciones cardiacas y ampliar las posibilidades de curación de los pacientes enfermos, acercando la medicina cardiovascular convencional a la tan ansiada medicina personalizada. Sin embargo, las múltiples dificultades que supone la aplicación en humanos de las tecnologías vanguardistas, aun existiendo incontables ensayos clínicos en curso, limitan su actual implementación en la práctica clínica.

Despite advances in the management and survival of patients with cardiovascular diseases, these conditions remain the leading cause of mortality worldwide. This review highlights four emerging therapeutic approaches in the field of cardiology: gene therapy, cell therapy, nanomedicine and artificial intelligence, all of them with potential application in conditions such as heart failure, ischemic heart disease and genetic cardiac disorders. The extensive existing literature supports the significant research work carried out by scientific groups. These efforts have enabled the redefinition of the diagnosis and treatment of heart diseases and have expanded the possibilities for patients’ recovery, bringing conventional cardiovascular medicine closer to the long-awaited personalized medicine. However, the numerous challenges associated with the application of cuttingedge technologies in humans – despite countless ongoing clinical trials – currently limit their implementation in clinical practice.