El Picky Eating es un comportamiento frecuente en las primeras etapas de la vida, que se
caracteriza por un rechazo persistente de determinados alimentos y una escasa variedad
dietética. A pesar de considerarse un comportamiento evolutivo habitual, su cronificación
puede conllevar riesgos en las esferas biológica, psicológica y social. Este fenómeno se está
convirtiendo en una amenaza para la salud pública, debido a su impacto en la salud y el bienestar
tanto del niño como de sus cuidadores. El presente trabajo analiza el Picky Eating desde una
perspectiva integral, abordando su definición, diagnóstico, prevalencia, etiología, consecuencias
e intervenciones llevadas a cabo para su prevención o tratamiento. En este contexto, las
intervenciones de la enfermera pediátrica en la identificación precoz y el abordaje desde
Atención Primaria, así como en la educación a familias y el acompañamiento durante el
tratamiento son esenciales. Asimismo, es necesario el abordaje de este problema mediante
estrategias terapéuticas basadas en la evidencia, como la exposición repetida, el modelado
parental y las intervenciones sensoriales, destacando los programas de empoderamiento
familiar exitosos. Sin embargo, la falta de consenso en cuanto a su definición y criterios
diagnósticos dificulta una identificación y abordaje homogéneos. Finalmente, se subraya la
importancia de intervenciones multidisciplinarias y preventivas, así como la importancia de
seguir fortaleciendo la implicación de la enfermera pediátrica en este ámbito.
Picky Eating is a common behavior in the first stages of life, characterized by a persistent
rejection of certain foods and a limited dietary variety. Although it is considered a normal
evolutionary behavior, its chronicity can entail risks in the biological, psychological and social
spheres. This phenomenon is becoming a threat to public health due to its impact on the health
and wellbeing of both the child and their caregivers. The present paper analyses Picky Eating
from an holistic perspective, addressing its definition, diagnosis, etiology, consequences and
interventions carried out for its prevention or treatment. In this context, the interventions
carried of the pediatric nurse in early identification and management within Primary Care, as
well as in family education and support throughout the treatment, are essential. Likewise, it is
necessary to address this issue through evidence-based therapeutic strategies such as repeated
exposure, parental modeling, and sensory interventions, highlighting successful family
empowerment programs. However, the lack of consensus regarding its definition and diagnostic
criteria hinders homogeneous identification and management. Finally, the importance of
multidisciplinary and preventive interventions is emphasized, as well as the need to continue
strengthening the involvement of the pediatric nurse in this field.
