Impacto de la enfermedad hepática metabólica en los índices de calidad de vida y análisis de factores de riesgo implicados

Abstract

La enfermedad hepática metabólica ha aumentado su prevalencia global exponencialmente en los últimos años convirtiéndose así en uno de los problemas de salud pública más importantes actualmente. Hace tiempo que se conoce su asociación con algunas enfermedades crónicas —como la enfermedad renal crónica y la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana— y con varios factores de riesgo (diabetes mellitus tipo 2, síndrome metabólico, obesidad, dislipemia, etc.) que la convierten en una condición inminentemente multidisciplinar. Por otro lado, cada vez es mayor la información que sugiere que esta condición hepática surte un efecto negativo clínicamente significativo en los índices de calidad de vida de los pacientes que la sufren por su asociación —muy probablemente bidireccional— con trastornos depresivos y deterioro cognitivo. Todo ello aumenta la preocupación de los expertos y desemboca en la necesidad de programas de cribado que permitan el diagnóstico precoz y un mejor manejo de esta enfermedad multifactorial.

The Metabolic-Dysfunction Associated Steatotic Liver Disease has increased its global prevalence exponentially during the last few years and has become one of the most important public health issues nowadays. It is well accepted its association with some chronic diseases —such as the chronic kidney disease and the human immunodeficiency virus infection— and with several risk factors, for instance, type 2 diabetes, metabolic syndrome, obesity, dyslipidemia, etc., which make of it a multidisciplinary condition. On the other hand, the available information on this issue suggests that this hepatic condition has a clinically-significant negative effect on the quality of life indexes due to its association — more likely, bidirectional— with depressive disorders and cognitive impairment that is worthy of consideration. All this evidence increases expert’s concern on the matter and leads into the necessity of validated screening programs that would allow an early diagnose and a better medical management of this multifactorial disease.