En los últimos años, los nacimientos prematuros han ido en aumento, y por lo tanto los
problemas que estos recién nacidos acarrean han cobrado aún más importancia. Una de estas
dificultades que tienen respecto a los nacidos a término es la formación de un apego seguro con
sus padres.
La estancia en las unidades de neonatología puede dificultar aún más el establecimiento de un
sano vínculo madre-bebé, dando lugar a problemas en su desarrollo o en la salud mental de los
padres; por lo que las intervenciones que se realicen para favorecerlo serán de gran relevancia.
El objetivo de la presente monografía es describir el apego, su importancia para los niños
prematuros a corto y largo plazo, y analizar cómo se ve afectado por la estructura de las
unidades de neonatología, las modificaciones y mejoras que estas han presentado a lo largo de
los años, y las intervenciones que se pueden realizar para eliminar o reducir estas dificultades.
No se puede olvidar, sin embargo, que la implementación de estas prácticas requiere no solo de
un sólido respaldo científico en relación a los beneficios encontrados, sino la adaptación de los
entornos sanitarios para dar paso a las nuevas modalidades de cuidados.
In recent years, premature births have been on the rise, amplifying the significance of issues
faced by these newborns. One of these challenges compared to full-term births is the
establishment of secure attachment with their parents.
The stay in neonatology units can further complicate the formation of a healthy mother-infant
bond, leading to developmental issues or parental mental health concerns; hence, interventions
aimed at promoting it become highly relevant.
The aim of this monograph is to describe what is the attachment, its short- and long-term
significance for premature infants, and to analyze how it is impacted by the structure of
neonatology units, the modifications and enhancements they have undergone over the years,
and the interventions that can be implemented to mitigate or alleviate these challenges.
However, it should not be forgotten that the implementation of these practices requires not
only solid scientific support regarding its benefits, but also de adaptation of healthcare settings
to accommodate the new care modalities.
