La Enfermedad de Alzheimer (EA) se presenta como un proceso neurodegenerativo con manifestaciones cognitivas de diversa índole, en las cuales en fases avanzadas de la enfermedad pueden incluso verse comprometidas la motricidad y regulación orgánica. Existen diferentes factores de riesgo, como los no modificables, relacionados con patrones genéticos y los modificables, relacionados con patrones epigenéticos. Su diagnóstico supone un gran desafío y los hallazgos cerebrales son detectados a partir de la presencia de diferentes marcadores y otras pruebas complementarias que ayudan a la detección de la EA. Debido a su naturaleza multifactorial el objetivo principal frente a la enfermedad es retrasar su avance y hasta el momento, no se ha establecido un tratamiento definitivo, por lo que la acción principal radica en la mejora de la calidad de vida tanto del paciente como del cuidador, desde el establecimiento de unas estrategias no farmacológicas hasta la implantación de ciertos fármacos para el control sintomatológico. La enfermería juega un papel fundamental en esta enfermedad, desde la prevención, identificación, atención, valoración continuada de la clínica, deterioro de las funciones cognitivas, complicaciones comunes, hasta intervenciones dirigidas a la educación y apoyo en el abordaje de las actuaciones de los cuidadores.
AD (Alzheimer's Disease) presents as a neurodegenerative process with various cognitive manifestations, in which motor skills and organic regulation can even be compromised in the advanced stages of the disease. There are different risk factors, including non-modifiable ones related to genetic patterns and modifiable ones related to epigenetic patterns. Its diagnosis poses a significant challenge. Brain findings are detected based on the presence of various indicators and other complementary tests that aid in AD detection. Due to its multifactorial nature, the primary goal in addressing the disease is to delay its progression. So far, no definitive treatment has been established, so the main focus lies in improving the quality of life for both the patient and the caregiver, ranging from implementing non-pharmacological strategies to the use of certain drugs for symptomatic control. Nursing plays a fundamental role in this disease, from prevention, identification, and ongoing clinical assessment to cognitive function deterioration, common complications, and interventions aimed at educating and supporting caregivers in their actions.
