La disfunción del proteasoma en la neurodegeneración
Proteasome dysfunction in neurodegeneration
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URI: https://hdl.handle.net/10902/30585Registro completo
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Quevedo de la Vega, CarlosFecha
2023-05Director/es
Derechos
Attribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 International
Resumen/Abstract
La degradación de las proteínas celulares es un proceso muy complejo, 
temporalmente controlado y estrechamente regulado que desempeña un papel 
importante en diversas vías básicas durante la vida y la muerte celular, así como 
en la salud y la enfermedad. La degradación y eliminación de proteínas se puede 
producir a través del sistema autofágico-lisosomal o por el que se aborda en este 
trabajo que es el sistema ubiquitin-proteasoma. La vía ubiquitin-proteasoma 
implica dos pasos sucesivos: 1) conjugación de cuatro moléculas de ubiquitina 
con el sustrato, que es la proteína que pretende ser eliminada y 2) degradación 
de la proteína marcada por el complejo proteasoma 26S. El complejo 26S está 
formado a su vez por una unidad central con actividad catalítica denominada 20S 
y dos subunidades reguladoras a los extremos de la central (19S). Además de 
en la degradación de proteínas ubiquitinizadas, el proteasoma también interviene 
en el procesamiento, en el replegado y recuperación, en la interacción con otros 
factores celulares y en la degradación de proteínas no ubiquitinizadas.
Con la multitud de sustratos a los que se dirige y los innumerables procesos 
implicados, no es de extrañar que las aberraciones en la vía estén implicadas en 
la patogénesis de muchas enfermedades, entre ellas, las enfermedades 
neurodegenerativas. El hecho de que el sistema ubiquitin-proteasoma sea 
disfuncional da lugar a una acumulación patológica de proteínas intracelulares 
que es uno de los mecanismos que favorece la neurodegeneración. Ejemplos de 
estas proteínas son la α-sinucleína, el β-amiloide, la tau o la huntingtina; que son 
responsables del desarrollo de enfermedades muy prevalentes en con elevada 
morbi-mortalidad hoy en día como la enfermedad de Alzheimer, el Parkinson, la 
demencia por cuerpos de Lewy o la enfermedad de Huntington. 
Cellular protein degradation is a highly complex, temporally controlled and tightly 
regulated process that plays an important role in several basic pathways during 
cellular life and death, as well as in health and disease. Proteins can be degraded 
and eliminated through the autophagy-lysosome system or by the ubiquitin proteasome system discussed in this paper. The ubiquitin-proteasome pathway 
involves two successive steps: 1) conjugation of four ubiquitin molecules to the 
substrate, which is the protein to be removed, and 2) degradation of the tagged 
protein by the 26S proteasome complex. The 26S complex consists of a 
catalytically active core unit called 20S and two regulatory subunits at the ends 
of the core (19S). The proteasome is not only involved in the degradation process 
of ubiquitinated proteins but also plays an important role in processing, refolding 
and recovery, interaction with other cellular factors and degradation of non ubiquitinated proteins.
With the multitude of substrates targeted and the myriad processes involved, it is 
not surprising that aberrations in this pathway are implicated in the pathogenesis 
of many diseases, including neurodegenerative diseases. Dysfunction of the 
ubiquitin-proteasome system leads to a pathological accumulation of proteins 
and is responsible for the development of certain neurodegenerative diseases. 
Examples of these proteins are α-synuclein, β-amyloid, tau or huntingtin, which 
are responsible for the development of very prevalent diseases with high 
morbidity and mortality nowadays, such as Alzheimer's disease, Parkinson's 
disease, dementia due to Lewys bodies or Huntington's disease.
Colecciones a las que pertenece
- G0792 Trabajos académicos [1181]
 








