Papel de la microbiota intestinal en el dolor neuropático

Abstract

El dolor neuropático surge como resultado de una lesión o enfermedad que afecta al sistema nervioso somatosensorial. Esto provoca cambios estructurales desadaptativos y una transmisión anormal y desordenada de las señales sensoriales, lo cual genera una respuesta anormal al dolor. La refractariedad de su tratamiento es el principal problema a nivel sociosanitario; por ello, cada vez son más los estudios que tratan de conocer su relación con la microbiota intestinal con el objetivo de encontrar nuevas opciones terapéuticas que mejoren la calidad de vida de las personas que lo padecen. Numerosos estudios preclínicos han encontrado datos de interés acerca de la relación de la microbiota intestinal con el desarrollo de enfermedades sistémicas y el dolor crónico, en este sentido, el conocimiento del eje microbiota-intestino-cerebro ha despertado un gran interés, ya que se ha observado su implicación en los mecanismos neuroinflamatorios que median diferentes tipos de dolor. Así, se han descubierto grandes avances de la implicación de la microbiota intestinal en diferentes tipos de dolor como el visceral o el inflamatorio, no obstante, es importante destacar que la información en este ámbito clínico y sobre todo, en el dolor neuropático, aún es limitada y requiere de una mayor investigación.

Neuropathic pain arises as a result of injury or disease affecting the somatosensory nervous system. This causes maladaptive structural changes and an abnormal and disordered transmission of sensory signals, which generates an abnormal response to pain. The refractoriness of its treatment is the main problem at the sociosanitary level; therefore, more and more studies are trying to understand its relationship with the intestinal microbiota with the aim of finding new therapeutic options to improve the quality of life of people who suffer from it. Numerous preclinical studies have found data of interest on the relationship of the intestinal microbiota with the development of systemic diseases and chronic pain. In this sense, knowledge of the microbiota-gut-brain axis has aroused great interest, since its involvement in the neuroinflammatory mechanisms that mediate different types of pain has been observed. Thus, great advances have been discovered in the involvement of the intestinal microbiota in different types of pain such as visceral or inflammatory pain, however, it is important to note that the information in this clinical area and especially in neuropathic pain, is still limited and requires further research.