La incontinencia urinaria es la pérdida involuntaria de orina que se puede demostrar objetivamente y que produce un problema social, médico e higiénico a la persona que lo presenta. Un elevado número de mujeres presenta uno o varios episodios de incontinencia urinaria a lo largo de su vida. Es frecuente, que estas mujeres no consulten el problema. Existen distintos tipos de incontinencia urinaria, siendo el más común en la mujer la incontinencia urinaria de esfuerzo. Hay múltiples factores de riesgo que predisponen a padecer pérdidas de orina. Entre los más importantes encontramos, el embarazo, el parto, la edad, la histerectomía y la toma de ciertos fármacos. Esta patología implica grandes consecuencias para las mujeres, sobre todo, en lo que se refiere a problemas sociales y sexuales, de autoestima, vergüenza e incluso inhibición afectiva. Por este motivo, a la hora de hacer un diagnóstico, además de la evaluación básica y pruebas diagnósticas, se deben de utilizar cuestionarios que evalúen la calidad de vida de las pacientes. Por lo tanto, el objetivo fundamental del tratamiento, es mejorar la calidad de vida de dichas pacientes. Dentro del tratamiento, existen unas medidas conservadoras que pueden hacer mejorar e incluso desaparecer la incontinencia urinaria. Cuando estas medidas no son suficientes, puede ser que algunas pacientes requieran de intervención quirúrgica.
