© Pablo Herrera Echevarría
Debido a la falta de estudios y ensayos realizados sobre vigas de madera laminada, la industria carece de referencias/normativa sobre la determinación del módulo de elasticidad (MOE) in-situ, que proporcione información sobre la rigidez de este material. Con el cambio climático, la madera es una de las mejores opciones para su uso como material de construcción ya que es un recurso renovable. En resumen, los bosques tienen la capacidad de absorber y almacenar dióxido de carbono. El aumento de la población incrementa la demanda de recursos en los materiales de construcción y los recursos renovables como la madera son una lección acertada. Con el uso de nuevas tecnologías los productos generados a través de la madera se han convertido en una opción frente a otros elementos como el hormigón o el acero. Los productos de madera laminada son estructuras de gran resistencia y versatilidad y aportan una reducción de costes en todas las etapas de producción. Los productos derivados de la madera usados en construcción tienen un gran impacto ambiental. Diferentes estudios han demostrado que, evaluando el ciclo de vida de estos productos de la madera, la huella ambiental es menor que de otros productos usados en construcción. Existen diferentes sistemas de calificación exhaustiva para que los profesionales de la construcción y la industria puedan evaluar todos los aspectos técnicos sobre la sostenibilidad y el rendimiento medioambiental de los diferentes productos y sistemas usados. El objetivo de este trabajo se basa en la determinación del MOE (Módulo de Elasticidad) en vigas laminadas hechas con diferentes diversidades de madera, con y sin defectos, mediante ensayos de ultrasonidos, una vez realizados estos ensayos se compararán con los obtenidos en otros trabajos mediante ensayos de flexión y análisis computacional Los resultados que se obtengan podrán verificar si podemos obtener el MOE de las vigas mediante ultrasonidos y, de esta manera, poder verificar su validez como método de evaluación de las estructuras de madera in-situ. Las vigas para utilizar en este trabajo son de las especies más comunes en la industria: abeto y pino (con y sin defectos), y de dos clases resistentes (GL18 y GL 24)
