La soledad y el aislamiento social, un motivo de preocupación en una sociedad cada vez más envejecida

Abstract

El envejecimiento poblacional es un hecho innegable que se está produciendo a nivel mundial y como consecuencia derivan problemas, entre ellos, la soledad y el aislamiento social. Son dos sucesos que afectan a todas las franjas de edad, si bien es cierto que los ancianos por sus características y su situación son más vulnerables a estos. La soledad es una sensación subjetiva entendida como “sentirse solo”, a diferencia del aislamiento social que es la ausencia objetiva de contar con una red social. Existe más riesgo de que experimenten estos problemas las personas viudas, que viven solas, bajo nivel educativo y económico, con problemas crónicos y con una escasa red familiar y de amigos. Ambos fenómenos son perjudiciales para la salud física y mental de las personas que lo sufren, provocando incluso en última instancia la muerte. La repercusión que tiene la soledad en la salud de los ancianos lleva a indagar sobre las intervenciones existentes para paliar estos problemas, hallando intervenciones individuales y grupales resultando más efectivas estas últimas. Se necesita la cooperación del adulto mayor, la familia, profesionales de la salud, recursos comunitarios y Administraciones Públicas para poner en marcha estas actividades.

General population ageing is an undisputable fact that is taking place worldwide and as a result, it derives in certain problems, among others, loneliness, and social isolation. These are two events that can affect all age groups, although it is true that elderly people due to their characteristics and their personal situation are more vulnerable to these events. Loneliness is a subjective feeling understood as "feeling alone", unlike social isolation which is the objective absenteeism of having a personal social network. Widows, those who live alone, low educational and economic level, with chronic problems and with a reduced network of family and friends are at a higher risk of experiencing these problems. Both phenomena can be harmful to the physical and mental wellbeing of the people who suffer from them and are capable of ultimately causing their death. The implications that loneliness has on the health of the elderly leads us to explore about existing intervention methods available to lessen these problems, finding individual and group interventions, the latter being more effective. The cooperation of the elderly, the family, health professionals, community resources and Public Administrations is needed to put in place these activities.