RESUMEN: Tras producirse la denominada “crisis migratoria”, en 2015 surgieron los primeros problemas derivados de la misma. En primer lugar, las llegadas masivas de migrantes a las costas del sur de Europa y el alto número de muertes supuso establecer una gestión migratoria. Por ello, se decidió crear diferentes operaciones marítimas, entre las que se encuentran; Mare Nostrum, Tritón y Sophia. En un primer momento, el mandato de estas operaciones estaba dirigido a la búsqueda y salvamento marítimo, pero, posteriormente, fue definido para luchar contra el tráfico
de migrantes. Por ese motivo, las ONG han tomado un papel relevante en la actividad de salvamento marítimo, a pesar de que, se encuentran constantemente acusadas por delitos de facilitación de tráfico ilícito, situación que perjudica la labor humanitaria que desarrollan en el Mar Mediterráneo Central.
Pero la criminalización de las ONG no es el único problema que se plantea en estos supuestos, sino que, se derivan problemas en el momento del rescate y en el posterior desembarco en un lugar seguro.
Para intentar resolver dichos problemas, numerosa normativa internacional recoge el deber de asistencia, pero en el caso del desembarco, se establece el requisito de que debe producirse en un lugar seguro, pero no establece la obligación de aceptarlo por parte de los Estados parte.
ABSTRACT: Following the so-called “migration crisis”, the first problems arising from it emerged in 2015. Firstly, the massive arrivals of migrants on the coast of southern Europe and the high number of deaths meant that migration management had to be established. It was therefore decided to create different maritime operations, including Mare Nostrum, Triton and Sophia. Initially, the mandate of these operations was aimed at maritime search and rescue, NGOs have taken on an important role in
maritime rescue activities, despite the fact that they are constantly accused of crimes of facilitating smuggling, a situation that harms the humanitarian work they carry out in the Central Mediterranean Sea.
But the criminalisation of NGOs is not the only problema that arises in these cases; problems arise at the time of rescue and subsequent disembarkation in a safe place. In an attempt to resolve these problems, numerous international regulations include the duty of assistance, but in the case of disembarkation, they establish the requirement that it must take place in a safe place, but do not establish the obligation for states parties to accept it.
