La muerte es la fase final e inevitable del ciclo vital de todo ser humano. Sin embargo hoy en día hablar de la muerte sigue siendo doloroso y angustioso, y las personas tendemos a ignorarla. Sin embargo, los profesionales de la salud nos encontramos a diario, fundamentalmente en el ámbito hospitalario, con la muerte y el sufrimiento humano. El dolor que produce tanto estar cercano a la muerte, como la pérdida de un ser querido da lugar a un proceso normal llamado duelo. Los profesionales de enfermería somos parte importante en este proceso, ayudando en la medida de lo posible a las personas moribundas y a sus familias a afrontarlo. Esto es posible teniendo un conocimiento y unas habilidades adecuadas en el tema. Solo así podremos canalizar adecuadamente las reacciones y conductas que el duelo genera, y realizar una asistencia integral y unos cuidados de calidad, que es el objetivo fundamental de toda disciplina enfermera.
