© María Rodríguez Fernández
La depresión mayor y los trastornos de ansiedad se han convertido en enfermedades altamente prevalentes, que producen grandes porcentajes de discapacidad dentro de la sociedad, lo que se traduce en un problema de salud pública en nuestro país. Los tratamientos estandarizados no son eficaces en una gran parte de pacientes, por lo que se están buscando nuevos fármacos y nuevas dianas terapéuticas que solucionen este problema. Este ensayo se centra en los componentes alucinógenos como alternativa de tratamiento, en la depresión y los trastornos de ansiedad refractarios a los tratamientos convencionales. Existen numerosas evidencias que apoyan el potencial terapéutico del LSD, psilocibina ketamina y MDMA en diferentes enfermedades mentales. Además, sugieren que sus efectos terapéuticos son rápidos y persistentes y que pueden de utilidad clínica en pacientes que padecen trastornos de ansiedad y la depresión refractarios al tratamiento convencional.
