Papel de los factores ambientales en las enfermedades autoinmunes: Microbiota Intestinal y Diabetes Mellitus Tipo 1. ¿Podrían ser las bacterias intestinales la clave para un posible tratamiento y prevención de esta patología?
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Identificadores
URI: http://hdl.handle.net/10902/12424Registro completo
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Losada Pulido, MaríaFecha
2017-10-19Director/es
Derechos
Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 España
Palabras clave
Diabetes Mellitus Tipo 1
Autoinmunidad
Endocrinología
Factores ambientales
Genes
Tratamiento
Microbiota intestinal
Páncreas
Resumen/Abstract
La diabetes mellitus tipo 1 (DMT1) es una enfermedad autoinmune que inicia, en la mayoría de los casos durante la infancia o la adolescencia, aunque puede manifestarse en cualquier etapa de la vida, afectando por igual a ambos sexos (1). Presenta una mayor incidencia en Finlandia (>60 casos por cada 100.000 personas al año) y Cerdeña, con aproximadamente 40 casos al año por cada 100.000 personas, siendo los países con menor tasa de afectados China, India, y Venezuela (0,1 casos anuales por cada 100.000 personas) (2) Esta patología se caracteriza por la destrucción selectiva y progresiva de las células β de los islotes pancreáticos responsables de la síntesis y secreción de insulina dando lugar a un estado de hiperglucemia crónica. (3) La reacción del sistema inmunológico está mediada por células T, CD4 que dan lugar a la liberación de citocinas proinflamatorias y células T CD8 citotóxicas. (4) La influencia de la genética en esta enfermedad, que representa aproximadamente el 69%, y a la que se han asociado polimorfismos (SNPs) en más de 50 loci (5),(6), no es suficiente para explicar su patogénesis, siendo necesaria la presencia de factores ambientales o nutricionales que la desencadenen. (7) Y es precisamente el estudio de estos factores uno de los puntos fundamentales en distintas investigaciones llevadas a cabo actualmente, las cuales buscan dar respuesta al incremento anual en el número de nuevos casos de DMT1 que se ha producido en las últimas décadas en Europa y América, siendo éste del 3.9% y 5% respectivamente, incluso en personas con un riesgo genético bajo. (8), (9) Los resultados de esta revisión sistemática indican que, a pesar de la implicación de la genética en el desarrollo de la diabetes, existen factores ambientales que juegan un papel muy importante en el inicio de la enfermedad.