@misc{10902/33017, year = {2024}, month = {5}, url = {https://hdl.handle.net/10902/33017}, abstract = {El PICA es un desorden alimenticio que se caracteriza por el consumo compulsivo de sustancias no nutritivas (1). Se documenta desde el siglo V antes de Cristo pero no es hasta 1980 cuando se describe por primera vez en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (2) (3). Su origen es multifactorial, siendo el estrés, la pobreza o la malnutrición algunos de los desencadenantes (4) (5). Actualmente, se estima su prevalencia en el 27’8% de la población mundial, siendo el porcentaje más elevado en el embarazo o en la infancia (6) (7) (8) (9) (10). Las complicaciones graves, como intoxicaciones, patología digestiva o desnutrición, priorizan la necesidad de ser detectado precozmente (2) (11) (1) (12) (13). Esto resulta dificultoso debido a la aparición de sintomatología de forma tardía, o a la comorbilidad con otros TCA (11) (14) (15). El tratamiento del PICA es más efectivo cuando se aborda de manera multidisciplinar, apoyándose en terapias conductuales (Terapia Cognitivo Conductual), farmacológicas (Inhibidores Selectivos de la Recaptación de Serotonina y Antipsicóticos) y familiares (11) (12). Las aptitudes enfermeras como la escucha activa o la ausencia de juicios intensifican la relación terapéutica con el paciente, consiguiendo el bienestar y calidad de vida del mismo (16). Esta revisión se concluye con la necesidad de investigación acerca de este trastorno debido a que los estudios encontrados has sido realizados en poblaciones limitadas (17), así como la importancia de la especialización enfermera en Salud Mental (16).}, abstract = {PICA is an eating disorder characterised by compulsive consumption of non-nutritive substances (1). It has been documented since the 5th century BC but it was not until 1980 that it was first described in the Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (2) (3). Its origin is multifactorial, with stress, poverty or malnutrition being some of the triggers (4) (5). Its prevalence is currently estimated at 27.8% of the world's population, with the highest percentage in pregnancy or childhood (6) (7) (8) (9) (10). Serious complications, such as poisoning, digestive pathology or malnutrition, prioritise the need for early detection (2) (11) (1) (12) (13). This is difficult due to the late onset of symptoms or comorbidity with other EDs (11) (14) (15). The treatment of PICA is more effective when it is approached in a multidisciplinary manner, relying on behavioural (Cognitive Behavioural Therapy), pharmacological (Selective Serotonin Reuptake Inhibitors and Antipsychotics) and family therapies (11) (12). Nursing skills such as active listening and non-judgement intensify the therapeutic relationship with the patient, achieving the patient's well-being and quality of life (16). This review concludes with the need for research into this disorder due to the fact that the studies found have been carried out in limited populations (17), as well as the importance of nursing specialisation in Mental Health (16).}, title = {El PICA: una realidad diferente de los trastornos de la conducta alimentaria}, author = {Fernández Pérez, Paula}, }