@misc{10902/2970, year = {2013}, month = {6}, url = {http://hdl.handle.net/10902/2970}, abstract = {Los helicópteros complementan al medio terrestre en la atención médica prehospitalaria, dentro de los Sistemas Integrales de emergencias. El transporte aéreo de pacientes tiene importantes beneficios en cuanto a reducción de tiempos de actuación y accesibilidad. También tiene riesgos derivados de las condiciones de vuelo, que pueden alterar la estabilidad del enfermo o empeorar el estado de sus órganos y sistemas. Por esto, existen indicaciones y contraindicaciones para el uso de este medio, además de recomendaciones para preparar y cuidar al paciente durante el trayecto. La mayor parte de los helicópteros de uso sanitario no están presurizados y el paciente se ve afectado por los cambios que sufren los gases en continentes cerrados. Estos gases se expanden con la altitud porque desciende la presión barométrica (30mbar/1000 pies). El aire contenido dentro del neumotaponamiento del tubo endotraqueal (TET) en pacientes con ventilación invasiva, no se puede expandir por estar confinado en una cavidad cerrada y genera un aumento de presión pudiendo producir isquemia tisular. Las complicaciones pueden ser leves (dolor de garganta, ronquera o granulomas) o de mayor compromiso para los tejidos (traqueomalacia, edema laríngeo/ estenosis o fístula traqueoesofágica). Muchos autores asocian las complicaciones a pacientes intubados de larga duración, sin embargo las intubaciones de corta duración (1-3 h) podrían tener mayor importancia de lo que se cree. Es necesario mantener una presión constante en el balón del TET, independientemente de la altitud a la que se vuele. Ya sea introduciendo o sacando aire o mediante el llenado con elemento líquido.}, title = {Aerotransporte sanitario y variación de la presión del neumotaponamiento}, author = {Ruiz Polidura, Silvia}, }