@article{10902/2903, year = {2006}, url = {http://hdl.handle.net/10902/2903}, abstract = {RESUMEN. En el contexto de la actual discusión sobre los derechos fundamentales, el problema del significado del principio general de igualdad ocupa un lugar central y problemático. No en vano, el derecho a la igualdad se recoge en una cláusula abstracta en grado sumo, porque a diferencia de la mayor parte de los derechos fundamentales no protege una actividad o una cualidad humana, tan sólo es una institución creada por el Derecho, y por tanto no designa ninguna cualidad concreta o actividad de un sujeto, lo que explica su calificación como derecho subjetivo modal. De este modo, dada la inevitable equivocidad del texto de la norma sobre la igualdad, la interpretación ofrece al jurista no una solución única y exclusiva, sino varias alternativas. Objeto, pues, de inagotables discusiones, el enunciado constitucional del derecho a la igualdad no ofrece respuesta definitiva o firme que permita asegurar la existencia de una razón suficiente con arreglo a la cual aseverar acerca de la permisión o la obligatoriedad de una diferenciación. Por lo tanto, la máxima de dar igual trato a casos iguales y tratamiento desigual a casos desiguales es la expresión de una polaridad, y confiere al Derecho, por así decirlo, el desasosiego de tener que examinar permanentemente en qué aspecto y con qué grado de concreción han de considerarse las desigualdades, y con arreglo a qué abstracción es lícito prescindir de las mismas.}, abstract = {ABSTRACT. In the context of the present discussion concerning Fundamental Rights, the problem is that the general equality principle refers to a central and complicated matter. Therefore, the right to equality is gathered in an abstract clause to the highest degree. Compared to other Fundamental Rights, the right to equality does not protect a human quality or activity which only means an Institution created by Law and hence it does not assign any individual’s specific quality or activity. Consequently, it is called modal subjective law. This way, due to the inevitable ambiguity of the text of the rule regarding equality, the interpretation gives the lawyer not only a unique and exclusive solution but also several options. The Constitutional Statement of the Right to Equality is the objective of inexhaustible discussions as it does not give a definitive or solid answer that allows us to ensure the existence of a Sufficient Reason. In accordance with which it should be possible to assert the permission or the obligatoriness of a differentiation. Thus the principle that establishes these equal cases should be treated equally while unequal cases should not be treated equally represents the expression of a polarity and gives Law, let us say, the uneasiness of being permanently obliged to examine in which feature and in what extent concretion shall be considered; in accordance with which concept it is allowed to disregard those inequalities.}, publisher = {UNED}, publisher = {Revista de derecho político, ISSN 0210-7562, Nº 67, 2006 , págs. 39-76}, title = {El derecho a la igualdad y el reconocimiento de la obligación a la dogmática}, author = {Villacorta Mancebo, Luis}, }